Feliz cumpleaños, amiga

«A veces hay que pararse un momento

a mirar dónde estás, donde has estado

y cuánto sonríes al recordar cada sitio […]»

Ordenando fotos. Primero de poeta. Patricia Benito.

Silvia

Querida Silvia:

Te he escrito muchas cartas en estos casi doce años, unas veces en un folio, otras en el ordenador y a menudo en mi cabeza. No he podido enviártelas a ningún lado, pero sé que las has leído todas.

Hoy necesito gritarle al mundo que te sigo echando de menos. Que me hubiera gustado comer contigo los canelones de mi madre y soplar juntas tus treinta cuatro velas. Que ya no me doy la vuelta cuando huelo tu perfume pero cierro los ojos y sé que estás conmigo. Que la gente que me quiere sabe quien eres porque siempre les hablo de ti, en mi interior nunca te has ido. Que me enseñaste lo que era la amistad verdadera y que sigues siendo la mejor aunque no estés a mi lado.

Siempre fuiste la chica de la risa. Cuánto nos hemos reído juntas, hasta cuando estabas enfadada provocabas una sonrisa en el del enfrente. La chica de los mil amigos -y sin necesidad de sacar los Donetes de la mochila-. La compañía perfecta para una fiesta pero también para los momentos difíciles. La que siempre iba de frente. La que te decía sin paños calientes la verdad y era dura riñéndote cuando sabía que necesitabas espabilar. La atrevida. La descarada. La valiente. Lo opuesto a mí y, sin embargo, mi mejor cómplice.

Cómo olvidar todo lo que vivimos juntas. El instituto, los primeros amores, los desengaños, las alegrías. La mirada de ojos tristes, la mía, en la que buceabas sin pedir permiso ni perdón para lanzarme el salvavidas cuando sabías que me estaba ahogando. Los veranos de vacaciones con tu familia -los mejores de mi vida-, la playa, los bailes, los amigos, nuestros enfados tontos que se pasaban cuando había que pintarse y peinarse para salir, los amaneceres. Las confidencias. La enfermedad, los días en el hospital, el miedo, tu fuerza, tus lecciones de vida, tu lucha hasta el último día.

No sé si fueron esos ojos grandes que lo veían todo con una frescura y una ingenuidad inigualable, tu desparpajo o tu carácter respondón lo que nos cautivó a todos los que te conocimos. Solo sé que era imposible no quererte.

No, en serio. Fue tu ilusión por las cosas, tu espontaneidad, el buen rollo que transmitías, la energía. Toda esa genialidad dentro de un cuerpo tan pequeño. Tus maneras. Y sobre todo tu generosidad, sabes que lo comprendí tarde, pero terminé entendiéndolo, gracias. Nuestra despedida sin saber que lo era, y ni siquiera nos dimos un beso, siempre te deberé uno.

Eres momentos, palabras, abrazos, un albornoz viejo, una foto en mi mesa, un collar enredado en la lámpara de noche, mensajes en libros del instituto, Love Actually, With or without youI´m so excited y Obsesión. Eres recuerdos de los que no se borran. Eres irrepetible. Eres y siempre serás.

Felicidades, amiga, donde quiera que estés.

Te quiero,

Cristina R.

With or without you. U2

Porque es la canción de Rachel y Ross en Friends. Porque te encantaba y porque tú siempre fuiste Rachel.

 

 

 

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